- Cuando no logro resolver un problema, no reflexiono sobre lo que hice mal.
- Cuando me enfrento a un problema complejo, no desarrollo una estrategia ni averiguo exactamente en qué consiste el problema.
- Si mis primeros esfuerzos por resolver un problema fracasan, siento desconfianza en mi capacidad para resolver el problema (o me entre el pánico!)
- No puedo pensar en estrategias alternativas para resolver un problema
- Cuando me confundo con un problema, no trato de formalizar ideas o sensaciones vagas expresándolas en términos concretos.
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sábado, 22 de febrero de 2014
Lista de verificación de hábitos personales que se debe evitar al resolver problemas (I)
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